Paco Roncero Taller: creador de emociones
Por Diana Feito Despertar los sentidos para crear emociones es una ambición que más de un cocinero posee. Sin embargo, apostar una sensación en un platillo es un riesgo que pocos se atreven a correr. El ambiente juega un papel muy importante y chef de la talla de David Muñoz o Paco Roncero rigen su cocina bajo esta premisa. Paco Roncero TallerMuñoz activa los sentidos a través de una cocina radical y un concepto agresivo. Por su parte, Roncero apela a las emociones del comensal a través de la tecnología. Por ello, este último, creó el Paco Roncero Taller donde la inteligencia ambiental y el diseño de interiores son los mejores coadyuvantes en la creación de experiencias. El taller se trata de “un espacio conceptual único en el mundo en el que la más puntera tecnología y el diseño más avanzado se fusionan para elevar la gastronomía a un universo multisensorial, según la definición que da la bienvenida en su sitio web. El lujoso Casino de Madrid alberga el rectángulo blanco donde la investigación y la experimentación ofrecen tres horas de sensaciones a los pocos comensales que son invitados a vivir el taller. Paco Roncero TallerCilindros que se sostienen del techo despiden aromas intentando evocar alguna memoria, una mesa proyecta imágenes alusivas al escenario que se busca recrear, una pared llena de aceites de olivo para catar y dos pantallas proyectan videos, son los elementos que forman parte de la sinfonía multisensorial que un equipo de más de 20 personas se encargan de orquestar. El inicio de la experiencia es marcado por un audio que le da importancia a la energía de cada persona que en ese momento coincide en tiempo y espacio. A partir de ese momento, los sentidos comienzan a ser activados. Para disfrutar de la experiencia, quizá no baste con los cinco sentidos, pero para comprender qué pasa por aquí será mejor que lo descubra usted mismo”, afirma Paco Roncero. Paco Roncero Taller Un libro que evoca los cuentos de hadas es el encargado de darle la bienvenida culinaria al asistente. Diversas proyecciones en la mesa, aromas y platillos desfilan por todos los sentidos de los participantes. Una tarde de picnic, una elegante cena en algún rincón de Francia o un momento en Japón son las experiencias que se pueden vivir durante esta temporada en el taller. La cual va cambiando de acuerdo a las ideas del chef Paco Roncero y su equipo.

Experiencia para pocos

Tras la descripción del lugar, es importante mencionar que no es  un restaurante. No hay reservas, ni cenas abiertas al público en general. Se trata de un espacio que pocos individuos pueden experimentar. Según cálculos del chef Javier Alonso (mano derecha de Roncero), 15 mil euros por persona sería el costo por vivir el taller. Cifra que evidentemente no es sencilla de aportar para el grueso de la población. En interminables discusiones con foodies, estos coinciden que algunos gastan su dinero en el futbol, otros en viajar y otros simplemente en comida. Hay posturas encontradas sobre acudir a un El Celler de Can Roca o a un Noma. Sin embargo, el exorbitante precio de Paco Roncero Taller reduce la experiencia a un pequeñísimo nicho. Se sabe que la alta cocina experimenta y trasgrede reglas con tal de permanecer en vanguardia. No obstante, la idea de tener un espacio gastronómico en pleno siglo XXI donde solo la elite puede ingresar, alude a un retroceso en el desarrollo como sociedad.  

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