Espaisucre: postres con personalidad propia

Dicen que siempre hay un hueco para el postre y es verdad. Como bien lo señala la leyenda culinaria Fernando Point “una comida sin postre es como un traje sin corbata”. ¿Te imaginas un lugar dedicado a ese él? Y no, no es la fábrica de Willy Wonka, se llama Espaisucre; el único restaurante y escuela de postres en el mundo.
En catalán, espai significa espacio y sucre, azúcar; así que viene siendo algo como el espacio del azúcar. Barcelona alberga el primer Espaisucre, creado en el 2000 con la premisa de concebir de una nueva forma la pastelería de restaurant.
Dos años después de su inauguración, Espaisucre llegó a México en mancuerna con el restaurante Raíz para ofrecer los mejores postres de la ciudad. Creatividad, experimentación e innovación dieron como resultado una carta de postres con personalidad propia.
La escuela nos abrió las puertas para descubrir su concepto de la mano del chef y fundador Jordi Butrón. El originario de Cataluña nos compartió un poco sobre la metodología que utilizan para crear platos que desafían a cualquier paladar.
Tres son los pilares en el proceso de aprendizaje:
1. Conocimiento de la materia prima. Un buen cocinero debe reconocer los elementos de un ingrediente, para ello es necesario crear una biblioteca de alimentos. ¿Cómo se logra? Básicamente oliendo y comiendo. Entre más ingredientes pruebe una persona, mayor será su bagaje culinario.
2. Conocimiento de la técnica (tradicional y de vanguardia). La técnica es la encargada de brindarle la textura al plato y es un medio para acentuar sabores. Para Butrón, un postre no está completo si no hay diversidad de texturas.

Jordi Butrón, el chef que revolucionó la pastelería.